lunes, 11 de mayo de 2020

BARRO EN SUS MANOS

Él tenía muchas vasijas más, él no tenía porqué llamar a quién no lo buscaba, ni mucho menos ver miles de veces mi espalda, no tenía porqué escucharme blasfemar o mucho menos presenciar mis cientos de caídas y contradicciones. Yo solo sé que hoy hace 28 años descendí a las aguas (mi bautismo) con apenas 12 años sabiendo que en mis fuerzas nunca podría cambiar mi futuro y hasta el día de hoy aunque por muchos puede que sea un caso perdido, por su misericordia, para él, para mi Señor soy ese barro que aunque se quiebre nunca dejará de estar en sus manos.
"Pero Dios, que es rico en misericordia, POR SU GRAN AMOR CON QUE NOS AMÓ, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)," Efesios 2:4-5

No hay comentarios:

Publicar un comentario